Estamos por tanto ante un rival propicio si no fuera por la manía que está cogiendo este Sevilla últimamente de resucitar a cualquier equipo que llega al Ramón Sanchez Pizjuan. Lo que otrora era un fortín ahora se ha convertido en el maná de los equipos necesitados.
Decía que estabamos ante un rival propicio tanto por los números fuera de casa como por la bajas que trae el equipo alicantino. No viajan a Sevilla jugadores importantes de este equipo como Drenthe, Valdez, Fritzler y en menor medida Peña, Rufete y Velthuizen. La convocatoria facilitada por Esteba Vigo es la conformada por Calatayud, Unai Alba, Cortés, Sergio Rodríguez, Pamarot, Abraham, Pulhac, Sarr, Juanra, Farinós, Tiago Gomes, Abel Aguilar, Cristian, Kiko Femenía,Thomert, Sendoa, Tote, Trezeguet y Portillo.
Este Hércules de el " boquerón " Esteban Vigo se ha convertido en el transcurso de la temporada en el Doctor Jekill y Myster Hyde puesto que si en casa es un equipo temible por su intensidad, dinamismo y calidad en la zona de arriba con hombres ilustres como Trezeguet, Valdez , Tote ,fuera de casa no es ni la sombra de este equipo puesto que no los números, como el algodón no engañan. Se convierte el equipo alicantino en un equipo timorato, sin fe y sin ambición por ganar fuera de casa.
Pese a que las bajas son importantes, habrá que prestar especial cuidado en hombres como Farinós o Tote, viejos rockeros que nunca mueren, a la velocidad y desparpajo de Kiko Femenia y la amenaza constante que supone para las porterías rivales todo un campeón del mundo: David Trezeguet, un autentico killer del área, vive por y para el gol puesto que sus movimientos van encaminados exclusivamente a lograr el bien preciado del fútbol: el gol.
La alineación probable que saque el Hércules puede que sea la formada por:
Con respecto al Sevilla, como digo en el título del post, tenemos que volver a esa teoría "caparrosiana" del partido a partido, del paso a paso. No podemos pensar mas allá de conseguir tres puntos y la primera ocasión que se presenta es mañana. Si pensamos en objetivos como la Champions nos bloquearemos seguro porque querremos marcar el tercer gol antes de marcar el primero, empezaremos a jugar con ansiedad y esa ansiedad ha sido aprovechada este año por muchos equipos que han visitado el Ramón Sanchez Pizjuan.
Es necesario recobrar el sabor de la victoria, sabor escasamente probado este año en la graderías del santuario sevillista, para encarar con moderado optimismo el transcurrir de la segunda vuelta.
El fútbol últimamente nos está dando la espalda en forma de resultados pese a que la imagen del equipo, sobre todo en los dos últimos partidos y gracias a la savia nueva de hombres como Medel, Rakitic, Sergio Sanchez, parecen haberle cambiado la cara y el espíritu a este equipo. La convocatoria facilitada por Goyo Manzano, arroja la desagradable sorpresa de la ausencia de Sergio Sanchez, pilar fundamental a día de hoy en la zaga nervionense. Quiero pensar que su ausencia se debe un objetivo marcado para dosificar el esfuerzo de un futbolista que hace un año estaba retirado de la práctica del fútbol. Si la ausencia se debe a esto me parece correcto, si se debe a una decisión táctica me parecería una aberración. Aparte de la ausencia de Sergio, destacan las ausencias de Palop ( lesión ) y Romaric quien ha pasado de indiscutible a caerse de las convocatorias de forma extraña.
La convocatoria sevillista está formada por : Dani Jiménez, Fazio, Cáceres, F. Navarro, Navas, Zokora, Perotti, Luis Fabiano, Renato, Kanouté, Varas, Escudé, Capel, Negredo, Acosta, Alexis, Medel, Rakitic .
La forma de jugar está trazada en los dos últimos partidos y si me apuran con la segunda parte en Coruña. Palabras como intensidad,organización, presión, desdoblamientos, desmarques deben ser el denominador común de este equipo. Si no es así, lo volveremos a pasar mal y volverán a volar puntos del Ramón Sanchez Pizjuan.
La alineación que este humilde aficionado sacaría seria la formada por :
Lo dicho, a recuperar la sonrisa con una victoria que ya va siendo hora de llevarnos una pequeña alegría. Vamos a llenar el almacén grano a grano y no queramos llenarlo de sopetón porque nos llevaríamos un sofocón de aupa.
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