martes, 27 de noviembre de 2012

El Sevilla FC fuera de casa: Dejavu. Compadre este partido ya lo he vivido yo antes.

El Sevilla FC volvió a dar la de arena en su visita al estadio Vicente Calderón volviendo a hacer un partido lamentable en todos los aspectos del juego, algo que se está convirtiendo en habitual no solo esta temporada sino de varias temporadas atrás. Lo diré siempre, una cosa es perder y otra muy distinta pisotear el escudo del Sevilla FC.

Cierto es que el At. Madrid de Diego Pablo Simeone se encuentra intratable esta temporada tanto en su estadio como lejos del Calderón. Cierto es que pensábamos los sevillistas que la visita al feudo colchonero era harto difícil e incluso dábamos por bueno un empate para hacer bueno los tres puntos del derby.

Pero no es menos cierto que el Sevilla de Michel volvió a mostrar una imagen paupérrima lejos del Ramón Sanchez Pizjuan. Un equipo sin alma, sin ambición, sin intensidad, sin ritmo, un equipo muerto en definitiva.
Lo peor de todo es que esta imagen la viene repitiendo  en los últimos desplazamientos fuera de casa. Vigo, Zaragoza, Bilbao y Madrid. 12 puntos tirados a la basura por no competir, por no dar lo máximo.

No llego a entender como el equipo da una imagen tremenda contra el Madrid, Barcelona o Betis demostrando poderío, ambición, calidad y en los partidos de fuera de casa hay esa desconexión imperdonable para un equipo con aspiraciones europeas. Los jugadores son responsables porque son los que juegan pero el entrenador tiene una cuota importante de culpa por no saber motivar a los suyos.

La sensación que tengo es que se ha instalado en ese vestuario un espíritu conformista, pusilánime. Veo un vestuario acomodado que juega al fútbol cuando quiere y cuando no se dedica a tirar los partidos porque si.
Entrenador que viene, entrenador que es comido por el vestuario. Desde Manolo Jimenez, no lo queríamos porque aburría a las ovejas, por el Sevilla han pasado Alvarez, Manzano, Marcelino y Míchel. Ninguno de ellos ha sabido hacerse con las riendas de un vestuario absolutamente pasota de lo que pasa en el club.


Igual que echo las culpas al entrenador de turno le echo las culpas al máximo responsable deportivo de la institución: Ramón Rodriguez Verdejo. Como máximo responsable deportivo hay que exigirle la conformación de equipo de fútbol. Un equipo que tenga identidad, que tenga personalidad y que tenga espíritu.Desde que se fue Jimenez, los perfiles de entrenadores elegidos no pueden ser mas dispares entre si. Entre ellos tienen muy pocas cosas en común lo que ha originado una desorientación deportiva unida a la perdida de calidad paulatina de la plantilla.

Le echaré en cara la no conformación de un estilo de juego para el Sevilla. Con el sabor a gloria por lo títulos podía haberlo ejecutado un estilo, un sello y perdurar para siempre en los anales de la historia del Sevilla. En su lugar, un cúmulo de entrenadores dispares en cuanto a características y personalidad. Creyeron que el barco caminaba solo con rumbo firme no importando el capitán que gobernara la nave. Error craso error.

Jugadores con cierto nombre en el panorama del fútbol mundial que no dan el rendimiento acorde a lo que requiere el Sevilla FC. Jugadores que aquí no valen y que no rinden y que salen fuera convirtiéndose en protagonistas en sus respectivos equipos. Ambiente viciado es el que veo en esa caseta y vestuario.


El Sevilla fuera de casa es un dejavu. Compadre este partido ya lo he vivido yo.

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