Pepe Castro, hombre prudente y poco dado a las apariciones públicas ha ganado sin discusión la batalla por el poder desencadenada desde la marcha de José María del Nido por sus consabidos problemas personales. Desde que José María del Nido abandonara su cargo, las luchas intestinas por llegar a presidir el mejor club de Andalucía se han dado aunque no se haya publicitado ni salido en los medios de comunicación. La transición ha sido tranquila y sin muchas estridencias gracias sobre todo a la buena racha de resultados de nuestro primer equipo.
Pepe Castro, por su posición accionarial y por su pertenencia al grupo de Utrera partía con cierta ventaja en la sucesión pero ha sabido también ganarse el favor de accionistas de peso como Roberto Alés o Rafael Carrión que le van a proporcionar un estabilidad necesaria para fabricar su propio proyecto del club.
Por contra, el peso de Del Nido en el Consejo se diluye con la salida de su mano derecha Manolo Vizcaíno quien abandona el consejo de administración desde el mismo martes y su cargo ejecutivo en el Sevilla FC en el próximo mes de Junio. Solo queda su hijo José María del Nido Carrasco que pasará a ocupar el cargo de vicepresidente de la entidad. La salida de Vizcaíno debe suponer un impulso para que todo el sevillismo vaya de la mano de una santa vez. Mas allá de sus aciertos o errores, Vizcaíno ha adoptado siempre, bien por decisión personal o estrategia del club,el papel de malo de la película. Ese papel lo ha desgastado tremendamente de cara a la afición y su salida del club debe impulsar cierta paz social dentro y fuera del estadio.
Las luchas internas, de egos y poder se manifiestan en las declaraciones de Pepe Castro nada mas ocupar su cargo como presidente del Sevilla intentando marcar cierta distancia con el anterior presidente. Frases como "Amo más el Sevilla que ser presidente"o "soy menos autoritario y más de consenso" intentan marcar diferencias con el proyecto anterior así como marcar una personalidad y estilo propio, alejándose de adjetivos que podían calificarle como "cuchara" o hombre de paja de José María del Nido.
Pepe Castro quiere ser un presidente del Sevilla con mando en plaza y a juzgar por el Consejo de administración conformado creo que lo va a conseguir si los resultados lo acompañan como siempre en este mundo del fútbol. Hasta la fecha, Monchi se configura como el hombre fuerte de Castro a la espera de dilucidar si José María Cruz acepta la petición del actual presidente para entrar a formar parte del proyecto. Monchi se mantiene en el Consejo pese a su intención inicial de abandonarlo y seguirá abanderando el proyecto deportivo de la entidad.
El slogan de la renovación de abonos " Comenzamos de nuevo" no ha podido ser mas significativa y premonitoria de lo que ha ocurrido en el ecuador de la temporada. Por desgracia para el sevillismo se nos ha ido el mejor presidente de la historia del Sevilla. Espero que su sucesor esté a la altura de un cargo de gran responsabilidad porque su suerte será nuestra suerte.
Suerte presidente.
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