Por estas fechas, el equipo se ha hecho añicos y el enésimo proyecto de regeneración deportiva ya no sirve. Los síntomas, casi todos coinciden. Con todos los entrenadores se crearon unas expectativas en pretemporada que con el devenir de los partidos se convierten en fuegos artificiales, mucho ruido y pocas nueces.
Repasando los post de la era Manzano, de la era Marcelino y de la era Michel, en todos encuentro los mismos síntomas que con Unai Emery con la salvedad de que el entrenador que " no trabajaba " al equipo y que menos feeling tuvo con Del Nido y Monchi, a la sazón Gregorio Manzano, fue el único en dejar al equipo por méritos propios en quinto lugar.
Como digo desde Manzano en adelante al Sevilla FC se le observa falto de garra, falta de espíritu de lucha, falta de orden. falta en definitiva de ser un EQUIPO como tal. El ejemplo tangible lo tenemos en la jugada del empate del equipo checo que viene de una jugada en ataque del Sevilla. La pelota la coge el portero y en dos toques, incluida una conducción del equipo rival, se planta en nuestra área sin la mas mínima falta de oposición de nuestros futbolistas. Los medios de cierre no están bien colocados, nadie hace una falta táctica en el medio del campo y los centrales en lugar de encimar reculan hacia atrás. Jugadas mil veces repetidas en años anteriores.
La pregunta es clara y diáfana. ¿ Todos los entrenadores son malos ?. Pues ahí tienen a Marcelino con su Villarreal en puestos Champions, a Michel por ejemplo en Olympiacos haciendo un digno papel en Champions League.
Mas allá de la falta de acierto y juicio del actual entrenador, con los papeles mas que perdidos desde hace tiempo por un concepto idílico del fútbol que solo es plasmable si eres el Barcelona o el Bayer de Munich, aquí hay una responsabilidad mas que evidente del director deportivo y del presidente José María del Nido que vienen consintiendo que año tras año por estas fechas la plantilla se haya cargado al entrenador antes de llegar a navidades.
Como bien dice mi amigo Pepe Nuñez, tanto Monchi como Del Nido vienen siendo demasiado permisivos con los jugadadores. Demasiados mimos, demasiadas palmaditas en la espalda, demasiado desgobierno en un vestuario que devora entrenadores en un ciclo de un año.
La cuestión aquí radica en lo que ha hecho el Valencia con la crisis deportiva que nosotros nos encargamos de darle vida. El presidente bajó al vestuario y les dijo a los jugadores que Djuckic era el entrenador del equipo para lo que restaba de temporada y que ellos verían si querían jugar y luchar o si querían hacer el ridículo como venían haciendo en partidos anteriores.
Por contra en nuestro club y pese a la regeneración deportiva en forma de la llegada de nuevos jugadores y con los primeros resultados negativos del equipo, el presidente antes de viajar a Liberec le dio un machetazo a Emery del que todavía no se ha recuperado. Monchi no aparece ni dice nada y del Nido respalda al entrenador con la boca pequeña. Mientras tanto los futbolistas de rositas y a otro entrenador que te crió dentro de poco.
Que Emery ha perdido el control de la nave es evidente. Llevamos doce jornadas de liga y el equipo se está desintegrando poco a poco y partido a partido. El Sevilla FC de Unai Emery quiere jugar a una cosa que ni sabe ni puede por muchos motivos, el primero ellos es la primera excusa que da el mismo entrenador. Con 14 jugadores nuevos y en su mayoría todos jóvenes lo primero que tiene que trabajar un entrenador es el sistema defensivo para dotar al equipo de consistencia y seguridad, situación que este entrenador no va a hacer a tenor de las declaraciones que viene ofreciendo en las entrevistas y ruedas de prensa.
Por ahí se desangra el Sevilla FC, pero ya el entrenador no puede servir de paraguas para Monchi y del Nido, precisamente por su falta de apoyo al entrenador y coherencia con el actual y remozado proyecto.
A día de hoy Unai Emery salvo milagro en Cornellá el Prat está mas fuera que dentro del Sevilla FC. La historia del bucle del entrenador del Sevilla se repite.
O todos los entrenadores son malos o aquí hay alguien que desde hace tiempo no hace el trabajo para el cual se le paga y muy bien por cierto.
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