No hay nada peor que faltarle el respeto a la camiseta y a tu afición

La plantilla del Sevilla FC perpetró en una fría noche sevillana del mes de diciembre un acto de displicencia y falta de profesionalidad que se tradujo en la eliminación copera a manos de un equipo de segunda B, el Racing de Santander que se pegó una viajecito de 16 horas para llegar a Sevilla en autobús y otras tantas horas para llegar nuevamente a Santander. Una vuelta a ridículos históricos de nuestro club como las eliminaciones ante todopoderos equipos como el Ciudad de Murcia (2001-2002) o aquella infausta noche para el sevillismo como la eliminación ante el Isla Cristina (1997-98)

 Los nuestros, con todas las comodidades del mundo, con un resultado a favor de 0 goles a 1 decidieron que no había que competir. Las razones las desconocemos los sevillistas que estoicamente asistieron en la fría noche de ayer a ver tamaño desaire a la historia de nuestro club centenario.

Un equipo de teóricos suplentes que tienen que ganarse el puesto a base de buenas actuaciones decidió pasar del choque. No corrió, no compitió y a mi juicio, lo que es mas preocupante, no jugó a nada. Cierto es que en el fútbol de hoy en día, si no le pones la misma intensidad que el rival, aunque este sea de menor calidad que tu, el rival te puede pasar por encima como ocurrió ayer.

Pero a la falta de profesionalidad de los nuestros hay que añadirle la falta absoluta de fútbol , incapaces de dar tres pases seguidos con verticalidad y peligro. De hecho, lo único reseñable en la primera parte del partido fue un disparo de Rusescu a bocajarro, ocasión que llegó tras un pase en largo de Fernando Navarro. Lo grave es que la falta de ideas de ayer fue una continuación del pobrísimo partido disputado frente al Ath. Bilbao el pasado domingo, donde en el juego fuimos claramente inferiores a los pupilos de Ernesto Valverde.

Unai Emery decidió acertadamente apostar por un doble pivote defensivo en el partido frente al Español. A partir de ahí, el Sevilla se ha mostrado mas sólido, mas firme, lo que a la postre se ha traducido en resultados positivos frente a equipos de menor calidad que el nuestro. Pero frente al Ath. Bilbao, un rival de un nivel similar al nuestro, observamos que al Sevilla FC le hace falta mucho fútbol y no solo por la ausencia de Rakitic. El Sevilla FC de Unai Emery no sabe que hacer con la pelota en ataque posicional, en gran parte por la elección de las características de los futbolistas del centro el campo, todos ellos salvo Rakitic de un perfil claramente defensivo, lo cual dificulta sobremanera la circulación del balón en ataque estático. Si a ello le unimos las características de los medias puntas , con un marcado perfil de velocidad y capacidad de desborde en uno para uno ( no en el juego de asociación) tenemos un equipo deslabazado con el balón, con continuas perdidas en el centro que originan contragolpes de los rivales.

El Sevilla de Emery a día de hoy tiene un buen bloque defensivo jugando con un doble pivote y una calidad arriba que marca diferencias siempre y cuando el equipo juegue con intensidad. Si se pierde la intensidad, como ocurrió con el partido de ayer frente al Racing de Santander, el equipo se queda en la nada futbolística, sólo a merced de algún toque de genialidad de algún futbolista.

La debacle de ayer tiene repercusiones en la institución por el ridículo que supone caer ante un segunda B, tiene repercusiones en la afición porque pierde una competición bonita donde poder hacer algo grande como ha ocurrido en los últimos tiempos donde el Sevilla FC era un asiduo de las semifinales y de las finales de la Copa del Rey. Pero los grande dammificados son los mismos futbolistas que ayer se tiraron al callejón porque pierden una fuente de oportunidades frente al entrenador.

Futbolistas como Cala, , Navarro, Cristóforo, Jairo, Rusescu,Trochowski, miembros de esa segunda línea que tenía que aportar competitividad ayer le faltaron el respeto a la afición. Futbolistas habituales como Mbia, Iborra, Bacca, Diogo dejaron una marca de falta de profesionalidad que  dificilmente  el aficionado podrá olvidar si no es a base esfuerzo, tesón y victorias.

El entrenador, Unai Emery también sale muy tocado después del fiasco de ayer. Cuando parecía que había cogido el aire a la plantilla y con todo a favor no fue capaz de motivar a su plantilla. No ha sabido crear ese caldo de cultivo que genere hambre en una plantilla tan novel como la nuestra. Queda señalado, como no puede ser de otra forma. Eso sí, tiene un espejo donde mirarse: Juande Ramos. El entrenador manchego, también por estas fechas tuvo un enorme desliz que casi le cuesta el puesto al caer frente al Cádiz, también en copa del Rey, en la temporada donde se iniciaría el Sevilla Glorioso.

No hay nada peor que faltarle el respeto a la camiseta y a tu afición. La plantilla de profesionales del Sevilla FC con el entrenador a la cabeza lo hizo ayer. Sólo ellos a base de esfuerzo y victorias pueden revertir lo ocurrido ayer que fue muy grave.