El Sevilla FC volvió a las andadas de estas últimas semanas en los partidos de fuera de casa pero esta vez en la casa de todos los sevillistas, el Ramón Sanchez Pizjuan, volviendo a regalar un partido en los primeros 15 minutos del choque donde no solo recibió dos goles sino que se llevó un baño de intensidad y ambición, algo que la actual plantilla del Sevilla parece no conocer.
El Sevilla tenía en su mano, una vez mas, acercarse a los puestos europeos en caso de victoria frente a un rival propicio, recién ascendido, con una racha negativa a domicilio pero no, este grupo no se entera de la película y salió con una caraja descomunal, tanto que en la primera jugada del partido Cicnho inicia una tímida presión en mitad de campo, el balón circula por el medio sin presencia alguna de Maduro y Medel y la pelota llega mansamente a Ebert quien tras romper la cintura de Fernando Navarro hacía imposible la estirada de Diego Lopez.
Para que estar agrupados e iniciar la presión todos juntos, para que hacer una falta en el minuto 1, para que morder en la primera jugada del partido. Esta jugada define la temporada actual del Sevilla FC. Displicencia, falta de intensidad, falta de sentido colectivo, falta de ser un equipo en definitiva.
Te puede pasar una vez, dos, tres pero cuando ya es la sexta o séptima vez que te pasa en la temporada y además es algo que viene de temporadas pasadas hay un mal de fondo que está en ese vestuario y que no hay forma de sacarlo.
El resto del partido es un quiero y no puedo del Sevilla de Michel que se vuelve a equivocar en el planteamiento inicial del choque al jugar con dos pivotes defensivos con poca clarividencia en el pase. El Sevilla, hasta la salida de Rabello, jugaba a la táctica del futbolín, todos parados, sin desmarques, sin movilidad, para acabar tirando un pelotazo sin sentido a un Baba absolutamente perdido en el partido.
Rabello, pese a sus 18 años, mostró personalidad y criterio, no se arrugó e intentó en la medida de lo posible galbanizar el juego de ataque del Sevilla.
Rabello salió por Cicinho, cambio incomprensible porque si algo funciona en casa es la dupla Cicinho Navas. El brasileño se fue y el técnico dejó en el campo a los desacertadísimos Botia y Cala, que se mostraron impotentes para parar a Manucho.
El Sevilla de la segunda parte se vino abajo después de la expulsión de Medel, otro fallo garrafal del entrenador puesto que sabe la aceleración del chileno cuando está como único pivote defensivo.Con la lesión de Maduro y la salida al campo de Kondogbia, el cambio táctico, porque Medel ya ha jugado de central con Chile y sabiendo de su tarjeta, era haber colocado a Medel de central y al francés de medio centro defensivo. Con el francés en el medio, el chileno no hubiera estado tan expuesto a la tarjeta que finalmente le sacaron.
El final del choque con un Reyes participativo pero sin fortuna en el pase nos muestra las carencias de un equipo de cara a gol. Baba apenas si dispuso de una ocasión clara y la participación de Alex Rubio fue meramente testimonial.
El señor Michel prometió en verano que esto lo iba a reglar aduciendo la falta de disciplina de la plantilla para explicar no solo los malos resultados sino auténticos bochornos de partidos como el 1 a 6 frente al Madrid o el 5 a 1 de Getafe donde el equipo bajaba los brazos de forma incomprensible. Llevamos 14 jornadas de liga y estamos exactamente en el mismo punto donde Michel cogió al equipo después del fiasco de Marcelino García Toral.
Un equipo sin alma, sin espíritu, sin intensidad, sin ambición, sin estructura de juego, regalando goles por doquier, sin NADA.
Me podrán decir que la plantilla no es la misma que años anteriores pero es que hemos perdido con equipos netamente inferiores en presupuesto y jugadores que si han tenido ambición, que si están estructurados y tienen una forma de jugar tanto en casa como fuera de casa. El Valladolid de Djukic es un ejemplo. Con los mimbres que le ha confeccionado la dirección deportiva pucelana ha conformado un equipo de fútbol, con sus limitaciones pero que sabe a lo que juega.
La debacle del Sevilla es que Javi Hervás sería titular indiscutible del Valladolidad y además rendiría, Sin embargo Javi Hervás se quedó fuera de la convocatoria del Sevilla el pasado lunes.
En definitiva y ojalá me equivoque pero este Sevilla lo va a pasar muy mal. el objetivo debe ser los tres próximos puntos y alcanzar los 42 lo mas rápido que se pueda.
Que no me hablen mas de Europa.
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