El Sevilla FC encajó su segunda derrota de la pretemporada tras la sufrida con el San Fernando. Ayer fue en Córdoba donde el Sevilla volvió a morder el polvo ante un equipo aparentemente inferior pero que a la postre fue dueño y señor del partido.
Tengo que reconocer que ver al Sevilla jugar últimamente me genera desazón y preocupación. Mas allá del resultado, ahora no importan, la imagen y las sensaciones que da el equipo son alarmantes a falta de sólo dos semanas para el inicio de la competición. Cualquier equipo bien plantado es capaz de tumbar en la lona a un Sevilla desangelado, sin ritmo, triste, falto de intensidad y chispa...
Y es que es triste ver como tu equipo es incapaz de robar un balón a un equipo de segunda división aun estando plantados en el campo bastante atrás. El equipo hace aguas porque no presiona nunca como un bloque. La defensa, la presión, siempre es individual y el escaso nivel físico de algunos jugadores da para que un equipo como el Córdoba te pegue un meneo de muy señor mio..
El equipo sigue sin mostrarse como un EQUIPO. Da igual que juegue Campaña, Rakitic , Medel o el susun corda. Da igual porque cada uno hace la guerra por su cuenta. Esto es ciertamente achacable al entrenador puesto que con un mes de preparación y 17 partidos del año pasado estas cosas deberían esta mas que asumidas.
Preocupante es ver a tu equipo incapaz de superar la presión del rival. Incapaz de sumar mas tres pases seguidos con cierto criterio que creen líneas de pase, desatasquen al equipo y le den profundidad. Todos son balones al medio centro y este lo juega con el central o el portero. El resultado es que el balón acaba en en uno de los laterales que ahogado por la presión rival o la rifa o la pierde.
Ahí no veo trabajo alguno en el ritmo de la pelota, en los desmarques de los extremos, en la subida de los laterales, en los apoyos de los interiores. No hay nada de nada.
Todo se hace a un ritmo tedioso, insufrible para el espectador, pero fácil de manejar para cualquier rival.
Me genera desazón ver a la defensa central del Sevilla FC a falta de 15 días para el inicio de la competición. Salvando de la quema a Bernardo por su juventud, seguir viendo a Emir Spahic con la camiseta del Sevilla da miedo porque el bosnio, por mucho que me vendan la moto del cambio de actitud, no está ni se le espera. No anticipa nunca, no gana una disputa, no da seguridad atrás y para colmo, se permite frivolidades como el intento de despeje de tacón en las postrimerías del choque que muestra que su nivel de concentración e implicación con el Sevilla es nulo.
El Sevilla, si no quiere hacer el ridículo en la liga e intentar disputar una competición europea necesita un central de mando, de jerarquía, que haga buenos a los Fazio, Cala o Bernardo que pueden servir como complementos.
Y que decir de la imagen de José Antonio Reyes. Paseándose por el campo, sin irse de contrario alguno, sin presionar al rival , sin nada de nada. La actitud del utrerano debe ser otra si quiere ser el buque insignia de este equipo junto con Navas o Negredo.
Jugadores con la actitud de Spahic o Reyes lastran a una plantilla joven. Y, o el entrenador los mete en cintura o los manda a la grada porque es inasumible para un club como el Sevilla FC.
Dice el maestro Araujo que nunca hay que elevar nada a definitivo en el fútbol. Ojalá, la imagen y las sensaciones que transmite el equipo sea producto del trabajo físico de pretemporada y la dura carga de trabajo realizada. Pero el equipo pinta mal, pero que muy mal.
La desazón y la preocupación se instalan en mi corazón sevillista.
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