El Sevilla FC se trajo un valiosísimo empate a un gol en el estadio Nuevo Los Cármenes, a tenor a las circunstancias ocurridas en el partido, sobre todo a raíz de el penalty cometido por Diego Lopez y su posterior expulsión que dejaba al equipo con uno menos durante casi 65 minutos de partido.
Empate con dudas merced a una dubitativa primera parte en la que la pareja de centrales volvió a ponerse en evidencia con fallos impropios de centrales del máximo nivel del fútbol profesional. Fazio y Spahic evidenciaron que no pueden y no deben jugar mas como pareja de centrales del Sevilla FC.
Fazio volvió a mostrar signos de una apatía y dejadez que distan mucho de ser las virtudes que necesita la zaga sevillista. Volvió a regalar balones peligrosísimos en la salida del balón y volvió a ponerse en evidencia con acciones llenas de dejadez, lentitud y pasotismo.
A su lado, el comandante de nada Spahic. Como en el partido de Getafe volvió a quedar en evidencia en la jugada del penalty. Un pase interior profundo al corazón de la defensa. La pregunta es donde estaba el futbolista bosnio.
El desconcierto de la zaga genera inseguridad y nerviosismo en el equipo. Lastran la confianza del grupo a la hora de gobernar los partidos porque en general, hasta que Fazio hizo de las suyas, el equipo controlaba el partido con comodidad.
Junto a la pareja de centrales, un tema preocupante, el estado de forma de José Antonio Reyes. A día de hoy se acerca mas a ser un ex futbolista que un jugador fichado el invierno pasado con el fin de ser un elemento capital en el Sevilla FC. No se va de nadie pero es que tampoco lo intenta. No presiona pero tampoco pide la pelota. No ayuda al lateral pero tampoco intenta pases profundos y de calidad.
Todo ello confluye para que el equipo no se comporte como un EQUIPO y genere las dudas que viene generando desde la pretemporada.
Pero no todo es malo en este Sevilla de Míchel. Hay situaciones de juego y de partido que me invitan a la esperanza de una buena temporada. En primer lugar, el reagrupamiento general del equipo tras un desastroso final de la primera mitad. Michel agrupó y ordeno al equipo con dos líneas de cuatro muy juntas y Negredo como islote arriba. El equipo, ya con Botía en el eje de la zaga, tuvo la seguridad que adoleció en la primera parte. Y que decir tiene del incombustible Andrés Palop quién dotó de personalidad a un equipo hasta entonces bastante timorato.
Junto a Botía y Palop destaco la labor de un renacido Iván Rakitic. Sobre todo destaco su pundonor y lucha constante durante todo el partido mas allá de la calidad de sus pases, sobre todo en profundidad buscando al incansable Navas.
También me gustó el trabajo de Trochowski en la segunda parte, tirado a la izquierda y ocupando el carril del desafortunado Reyes. Mas allá del pase magistral del empate de Negredo, el alemán se fajó en defensa y tuvo arrestos para llegar arriba, teniendo una ocasión clarísima de gol para llevarnos el partido. Con la baja de Reyes para los siguientes partidos apostaría por situar al alemán en la punta de lanza por la izquierda y darle la oportunidad en el centro del campo a Hervás, Kondogbia o Campaña.
Que decir de los jugadores franquicias del equipo: Negredo y Navas. Ambos aportaron intensidad, ganas y cuando pudieron profundidad en ataque.
En definitiva, empate con dudas pero me quedo con las cosas positivas y sobre todo con los 4 puntos en el casillero porque es fundamental puntuar mientras se va armando el equipo.
Creo que Míchel debe sacar conclusiones en defensa, sobre todo con la pareja de centrales. La lesión de Reyes le facilita el camino por la parte izquierda.
El vaso siempre medio lleno.
3 puntos a Navas.
2 puntos a Negredo.
1 punto a Palop.
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