El Sevilla FC cuajó una notable primera mitad gracias a las buenas prestaciones de nuestros jugadores pero también beneficiado por un planteamiento, el de Unai Emery , bastante deficiente puesto que cometió un pecado capital jugando ante el Sevilla: despoblar de jugadores las bandas.
El técnico che apostó por un novedoso 3-5-2 poblando el centro del campo pero dejando solas las bandas a Mathieu y Bruno. Si al Sevilla de Navas y Perotti no les cierras las bandas con 2 o tres futbolistas como hacen casi todos los equipos que se presentan en el Ramón Sanchez Pizjuan te pueden hacer un descosido. Ejemplo de ello el gol conseguido por el eterno Kanoute pues la jugada surge de un balón largo que se come Mathieu dejando el pasillo abierto para la incursión de Jesús Navas quién cedió perfectamente al gran Frederick que no perdonó la ocasión pintiparada ante Guaita.
Tal y como sucedió en los primeros 25 minutos de Villarreal, el Sevilla salió a morder presionando muy arriba la salida de balón de los tres centrales del Valencia. A pesar de la superioridad numérica del Valencia en el medio campo , el Sevilla supo estar ordenado en defensa y adelantando la linea de presión robando y saliendo con rapidez buscando los espacios concedidos por Emery en las bandas. No sufrimos en defensa y cada vez que podíamos salíamos rápidamente a la contra.
Este Sevilla de Marcelino se empieza a definir como un conjunto que se encuentra mas a gusto robando y saliendo a la contra que manejando los tempos del partido, disponiendo de la posesión de la pelota. Así le hicimos daño al Malaga, al Villarreal y al Valencia de Emery. Bien es cierto que a mi me gusta otro tipo de fútbol con mas posesión de pelota , mas asociación pero si el juego de contragolpe lo hacemos como en la primera parte de ayer seguro que vamos a ganar muchos partidos.
El Sevilla se pudo ir perfectamente al descanso del partido con dos o tres goles de ventaja en el marcador pero el que perdona termina sufriendo. Y así fue tras la expulsiones de Trochowski y Escude. Tocó apelar a la épica, a la casta y a la suerte, por que no decirlo, cuando Banega tiró incomprensiblemente el penalty cometido por Escude al palo. Posteriormente Spahic, quién volvió a completar otro gran partido, se sacó de la manga la expulsión de Aduriz quién de forma extraña cayó en la trampa del bosnio.
A partir de ahí, partido de 9 contra 10 y a sufrir apelando al ánimo incansable de la grada del Pizjuan que volvía a rugir como antaño con el derroche de esfuerzo de sus futbolistas.
Partido que numéricamente vale tres puntos solamente pero al mismo tiempo nos llevamos una buena dósis de confianza en el trabajo de Marcelino después de que el pesimismo inundara al sevillismo tras el partido contra Osasuna . Ojalá y la forma de jugar de la primera parte sea la que veamos con asiduidad los aficionados sevillistas. Particularmente apostaría por tres centrocampistas , dos extremos y 1 punta con objeto de tener mas la posesión de la pelota pero si realizamos de forma completa el juego de robo y contragolpe también podemos grandes cosas.
Ahora viene la visita al Calderón pero esa ya será otra historia. Mientras tanto a disfrutar de los tres puntos conseguidos ante un directísimo rival.
Los mejores del partido de ayer:
Javi Varas : 3 puntos . Hemos encontrado a un porterazo. Paradas que dan puntos y seguridad a la defensa.
Kanoute: : 2 puntos. Un nuevo gol y tres nuevos puntos como ante la Real Sociedad.
Navas y Spahic 1 punto . Profundidad la de Navas y contundencia la de Spahic
Todavia mucho que mejorar pero es indudable que el equipo parece ir adquiriendo los nuevos conceptos de Marcelino.
ResponderEliminarEl sabado se volvio a revivir viejas sensaciones ya olvidadas...
Un fuerte abrazo amigo.