El Sevilla FC se dejó en la mañana de ayer en Zaragoza tres puntos valiosísimos para seguir encaramado a la parte alta de la tabla clasificatoria. Lo hizo además dejando una imagen preocupante puesto que el rival de turno no fue mejor sino que aprovechó los errores propios del Sevilla para ajusticiar un partido en la que las huestes de Michel comenzaron mandando pero sin profundidad alguna, sin ocasiones claras que llevarnos a la boca.
Alguna incursión de un desdibujado Navas y el regalo de Movilla a Negredo que el punta vallecano marró de forma incomprensible. Lo que había sido un inicio esperanzador se convirtió en pesadilla cuando Medel, uno de los futbolistas más fiables del plantel, regaló cual rey mago un balón en el centro del campo a un Helder Postiga que cabalgó sin oposición alguna ante la portería de un desconcetado Palop.
El Sevilla se encontraba nuevamente ante la tesitura de remontar un nuevo partido, esta vez lejos del Ramón Sánchez Pizjuan. Pero al contrario que el dia del Mallorca, el Sevilla adolecia de profundidad por unos desacertados Navas y Cicinho, la banda derecha generadora del caudal ofensivo del equipo.
La falta de acierto y clarividencia de Navas y Cicinho lastran a un equipo cojo debido a la falta de recursos ofensivos de la banda izquierda, carente de calidad ofensiva y profundidad. Lo de Manu del Moral empieza a ser preocupante puesto que lo único rescatable de este futbolista era el gol y este año está negado de cara a portería.
Su aportación futbolística es nula. No se desmarca bien, conduce en exceso la pelota, no centra bien, en fin un compendio de nulidades futbolisticas.
Lo preocupante del partido de ayer y los dos goles encajados con el Mallorca es que el rival es capaz de hacernos daño sin hacer nada, solo aprovechando los regalos defensivos de la zaga. Ese no es el camino a seguir puesto que los equipos grandes se solidifican en base a una organización defensiva. Todo lo que no sea no ser un equipo sólido y rocoso no conduce a nada bueno porque tristemente los errores nos recuerdan en demasía a errores del pasado y lo peor es que la calidad del equipo ya no es la misma.
El Sevilla de Michel fuera de casa no es ni chicha ni limona. Nos hemos dejado puntos con rivales que debieran ser asequibles. Granada, Vigo, Zaragoza, puntos que ya no volverán mas. Ni somos un equipo dominador del balón, con profundidad ni somos un equipo rocoso capaz de afrontar los envites del rival sin conceder regalos a los rivales.
Toca rearmarse. El próximo rival liguero es coco y huevo, no ya por el nombre o nivel del equipo, el Levante de José Ignacio Martinez sino por la solidez de un rival que sabe a lo que juega y que saca un rendimiento mas allá del nivel real del equipo.
Antes toca Copa del Rey ante el Español. Habrá que estar como siempre con el equipo, a las duras y a las maduras.
Alguna incursión de un desdibujado Navas y el regalo de Movilla a Negredo que el punta vallecano marró de forma incomprensible. Lo que había sido un inicio esperanzador se convirtió en pesadilla cuando Medel, uno de los futbolistas más fiables del plantel, regaló cual rey mago un balón en el centro del campo a un Helder Postiga que cabalgó sin oposición alguna ante la portería de un desconcetado Palop.
El Sevilla se encontraba nuevamente ante la tesitura de remontar un nuevo partido, esta vez lejos del Ramón Sánchez Pizjuan. Pero al contrario que el dia del Mallorca, el Sevilla adolecia de profundidad por unos desacertados Navas y Cicinho, la banda derecha generadora del caudal ofensivo del equipo.
La falta de acierto y clarividencia de Navas y Cicinho lastran a un equipo cojo debido a la falta de recursos ofensivos de la banda izquierda, carente de calidad ofensiva y profundidad. Lo de Manu del Moral empieza a ser preocupante puesto que lo único rescatable de este futbolista era el gol y este año está negado de cara a portería.
Su aportación futbolística es nula. No se desmarca bien, conduce en exceso la pelota, no centra bien, en fin un compendio de nulidades futbolisticas.
Lo preocupante del partido de ayer y los dos goles encajados con el Mallorca es que el rival es capaz de hacernos daño sin hacer nada, solo aprovechando los regalos defensivos de la zaga. Ese no es el camino a seguir puesto que los equipos grandes se solidifican en base a una organización defensiva. Todo lo que no sea no ser un equipo sólido y rocoso no conduce a nada bueno porque tristemente los errores nos recuerdan en demasía a errores del pasado y lo peor es que la calidad del equipo ya no es la misma.
El Sevilla de Michel fuera de casa no es ni chicha ni limona. Nos hemos dejado puntos con rivales que debieran ser asequibles. Granada, Vigo, Zaragoza, puntos que ya no volverán mas. Ni somos un equipo dominador del balón, con profundidad ni somos un equipo rocoso capaz de afrontar los envites del rival sin conceder regalos a los rivales.
Toca rearmarse. El próximo rival liguero es coco y huevo, no ya por el nombre o nivel del equipo, el Levante de José Ignacio Martinez sino por la solidez de un rival que sabe a lo que juega y que saca un rendimiento mas allá del nivel real del equipo.
Antes toca Copa del Rey ante el Español. Habrá que estar como siempre con el equipo, a las duras y a las maduras.
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