Se consumó el desastre como mas duele, en el último minuto y ante el eterno rival. Beñat, un futbolista que casi se había perdido en segunda B, que el Betis rescató para su segundo equipo y Pepe Mel lo subió el año pasado, mató el partido, al Sevilla y al sevillismo. Mientras tanto, hombres que cobran un pastizal como Rakitic, Trochowski, Manu del Moral, Reyes o Negredo deambularon por todo el campo como durante casi toda la temporada. Lección de humildad que nos debe hacer resetear y cambiar el chip. En el fútbol no todo es el dinero ni las posturitas ni que bueno soy. El fútbol es mas que eso, el fútbol es ilusión, es ambición, es sentimiento, es pasión. Todas estas cosas, el Sevilla las ha perdido.
Somos figurines con un cierto nombre en el fútbol pero que se pasea por los campos de fútbol dejando la camiseta del Sevilla FC a la altura del betún. Somos una banda donde cada futbolista va a su bola sin importarle una mierda el compañero que tiene al lado. Ese es el actual Sevilla que tenemos, jugadores que se creen algo caso de Rakitic , Negredo o Reyes que no son nada a día de hoy.
Los ejemplos son rotundos, la pelea entre Medel y Spahic, las caídas de cartel de Palop, las ausencias de Spahic, el trote cochinero de Rakitic... ese es el actual Sevilla. Solo una liga tan mediocre lo ha tenido luchando por puestos europeos puesto que en cualquier otro campeonato no pasaría de luchar por el descenso.
El partido de ayer viene a resumir el Sevilla de esta temporada, un equipo sin alma y sin ilusión, ni siquiera de ganarle al rival de la ciudad.
Empezamos como cualquier equipo sueña empezar un derby, marcando a los cuatro minutos pero ni por esas el equipo coge confianza y maneja los partidos. Al rival le basta con estar bien plantado en el campo y esperar el fallo de la defensa sevillista, fallos que son repetitivos en jugadores como Fazio, como Cala y que ayer quedaron retratados.
El Betis empata en el minuto 42 después de una falta al borde del área. Mas allá de la cantada de Varas, se la meten por su palo, me quiero detener en el origen que da pie a esa falta. Balón dividido en banda, sale despedido y va a parar a Beñat. Con el no había un jugador del Sevilla en diez metros a la redonda dando muestra una vez mas del desorden y descontrol táctico de este equipo puesto que un derby en tu casa y en el minuto en que discurría la jugada, cualquier equipo serio domina esas situaciones.
El segundo gol es calcado. Fallo garrafal de Cala en la salida de balón, falta y gol con la complicidad de la barrera que salta incomprensiblemente. Pero es que dos minutos antes, Fazio había cometido su tradicional regalo por partido.
Entre medias de los dos goles, un equipo que sabía a lo que jugaba y lo desarrollaba a la perfección y otro en este caso el Sevilla que andaba deambulando por el campo como alma en pena no logrando ganar ni uno solo de los balones divididos que andaban en disputa.
Por tanto, se consumó el desastre y la debacle, mas allá de perder ante el R. Betis, por la imposibilidad de alcanzar al menos el objetivo de entrar en Europa. Ayer nos dieron una lección y cura de humildad. En el fútbol no todos es dinero y posturitas, hay algo mas detrás.
Hay que recuperar el alma de este equipo y volver a los orígenes. Es nuevamente la hora de Joaquín Caparrós Camino. A este jugadores como Rakitic le duran tres telediarios. El episodio de hoy con Deivid demuestra lo gallito que es con la lengua pero lo cobarde que es la hora de correr y meter la pierna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario